El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, informó el día domingo que planea viajar a África para estudiar la posibilidad de volver a sus países de origen, a los inmigrantes que trabajan ilegalmente en Israel.
Durante la reunión semanal de gabinete, tras aprobar el plan para para detener la afluencia de inmigrantes y refugiados africanos, Netanyahu se refirió al trabajo ilegal como "un golpe a la economía, la sociedad, la infraestructura, el bienestar y la seguridad interna de Israel ".
Según los datos presentados en la reunión, en la actualidad, 52.487 inmigrantes trabajan ilegalmente en el Estado hebreo.
El plan aprobado el domingo incluye la aceleración de la construcción de la valla fronteriza con Egipto con el fin de finalizarla para el próximo año 2012, la construcción y ampliación de centros de detención para inmigrantes ilegales, y el incremento de las multas a los empleadores que contraten a estos obreros clandestinos.