Para que se establezca una ola de calor en determinada región tienen que presentarse fenómenos meteorológicos como una masa de aire cálida o un sistema de alta presión. Este ultimo comprime una masa de aire en una zona provocando que a nivel superficial la temperatura del aire se incremente. Existen otros factores como la ubicación geográfica o el ecosistema, que aunque no son atmosféricos también influyen de forma importante.