Durísima.
La diputada Ana Vázquez ha echado su hipocresía en la cara al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por haber cedido competencias en materia migratoria al gobierno de Cataluña, como parte del pago al prófugo de la Justicia Carles Puigdemont a cambio de sus siete votos para permanecer en La Moncloa.
Antes, el diputado Miguel Tellado le había recordado sus propias palabras en el Hemiciclo, cuando afirmó que “tanto el control de fronteras como el control de flujos migratorios son competencias exclusivas del Estado y del Gobierno central, y no son susceptibles de ser ni transferidas ni delegadas”.
Ante semejante hipocresía, Vázquez no se guardó nada y exigió a Marlaska su dimisión ante el malestar causado no solo por esta medida, sino por el abandono a los Cuerpos de Seguridad del Estado, como se han quejado muchas sindicatos de Policía y Guardia Civil.