En un acuerdo calificado por ambas partes como "sin precedentes", el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, aceptó este lunes recibir en su megacárcel a migrantes indocumentados detenidos por crímenes graves en Estados Unidos y abrió la puerta incluso a albergar a presos de nacionalidad estadounidense.
"Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta", declaró a la prensa el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, al finalizar tres horas de reunión con Bukele, quien se consolida así como el gran aliado regional de la nueva Administración de Donald Trump.