Vaya por delante Mike Perry siempre ha sido muy broncas y nunca se ha echado para atrás en una pelea.
Perry, que tiene ya 28 año, nació en Flint, Michigan, y suele contar que era uno de los 10 niños blancos de toda la escuela, y que los negros le acosaban mucho.
"Era lo mismo en otras escuelas, pero yo no retrocedía, así que me peleaba y pronto me hice respetar".
Esta inestabilidad lo llevó a un camino de drogas, arresto domiciliario, violación de libertad condicional y cárcel.
Comenzó a entrenar boxeo a los 11 años, lo que lo llevó a su carrera en MMA.
El incidente del vídeo sucedió este 7 de julio de 2020, por la noche, cuando el luchador de UFC fue junto a una mujer al restaurante Lubbock, en Texas.
El deportista comenzó a discutir con su acompañante en voz alta y se le pidió que se retirara del lugar luego de varias advertencias por parte del personal, debido a las quejas de los clientes.
El luchador de UFC, que había consumido varios Berry Mojitos (trago con alcohol), se molestó entonces con los empleados y se negó a marcharse, exigiendo que llamasen a la Policía.
Según se ve en el video, Perry quería que los agentes registraran la situación para que no fuese acusado de algo que no hizo.
Pese a la insistencia de varios miembros del personal del restaurante, de su pareja y de algunos clientes, el deportista estadounidense de 28 años continuó a los gritos, señalando que los mozos lo habían “tocado” para sacarlo del lugar y estalló cuando un hombre desde la barra le contestó que se fuera y que dejase de hacer escándalo.
Perry enloqueció, se acercó al señor y tras insultarlo le dio varios golpes hasta dejarlo K.O. en el suelo.