Existe un temor creciente de que la automatización en procesos industriales termine por reemplazar al ser humano (mano de obra), la presencia de robot en distintos ámbitos de la producción comienza a ser cada vez más frecuente, los algoritmos resuelven en segundos los procesos administrativos o bancarios que se
demoraban horas o hasta días y la digitalización ha transformado por completo el panorama en servicios antes inamovibles como los taxis o la hotelería.