Turquía, nación que es un puente geográfico y cultural entre el continente Europeo y el mundo Árabe, juega un rol clave en la crisis de refugiados que la Unión Europea aún no logra solucionar. A cambio de contener el flujo de refugiados, el presidente Recep Tayyip Erdogan exigió 3 mil millones de dólares y la reapertura de las negociaciones sobre la adhesión de Turquía al bloque