José Vicente Rangel: "La oposición desconocerá resultados electorales desfavorables el 8-D"
El problema de las elecciones del 8 de diciembre no es que se realicen o no como algunos con doble intención han empezado a sugerir. Tampoco si tienen carácter plebiscitario o no. Esto no pasa de ser un ardid de un excandidato presidencial que duda que el resultado de las municipales le sea favorable. Por tanto, pretende ignorar -o acaso ignora de verdad- la característica de esos comicios y lo que al respecto consagran la constitución y leyes de la república.
Repito: nada de eso es problema. El 8 de diciembre habrá elecciones, los venezolanos votaran o no de acuerdo a su interés por ese acto, y si se trata o no de plebiscito cada quien lo asumirá como mejor le parezca.
Entonces, ¿realmente dónde está el problema? Está en que se respete el resultado que arrojen las urnas electorales. Sea cual sea. Que se respete si saca más votos y alcaldes el chavismo o si ese logro lo obtiene la oposición. Sobre este aspecto quien debe hablar con toda sinceridad, sin eludir responsabilidades, es la oposición. O mejor, la dirigencia opositora.
¿Por qué motivo? Porque hasta ahora la oposición solo reconoce aquellos resultados que la favorecen. Cuando los votos le dan la victoria al chavismo, los cuestiona de inmediato, y ha llegado a extremos de promover la violencia para reivindicar victorias que no son tales. Que por el contrario son claras derrotas. El más reciente episodio de esa conducta antidemocrática es la reacción de su candidato presidencial derrotado el 14 de abril que provocó la muerte de 12 venezolano y más de 70 heridos.
Hasta ahora, y en función de las elecciones de diciembre, esa actitud ambigua, que siempre culmina con la violencia, deja mucho qué pensar. Los ataques brutales al consejo nacional electoral indican que sectores de la oposición se disponen a rechazar una posible derrota. Como siempre hay reticencia en ese sector para declarar que respetará el resultado del 8 de diciembre. Esa ha sido siempre su tónica. Mientras que el país puede estar tranquilo por el lado del chavismo, fiel a una tradición de respeto a los resultados electorales, cualesquiera sean éstos, y al escrutinio del consejo nacional electoral. La interrogante surge de nuevo respecto a lo que hará la oposición si la votación no la favorece. ¿repetirá esa cúpula dirigente la salvajada en que incurrió el 15 y 16 de abril de este año cuando respondió a la derrota derramando sangre de venezolanos? Esta es una pregunta que solo puede responder la dirección de la oposición.